Alarma por tala ilegal de Palo Santo en el Chaco: autoridades advierten falta de denuncias y posible red internacional
Detectan cargamentos ilegales de Palo Santo en el Chaco, mientras preocupa el silencio ciudadano y sospechas de tráfico internacional. Faltan recursos para controles efectivos.
La tala ilegal de Palo Santo en la región del Chaco ha encendido las alarmas entre autoridades ambientales, mientras crece la preocupación por el silencio de la ciudadanía ante este grave delito ambiental.
En entrevista con el programa “Tardes en Línea” de Radio Activa, representantes de la Administración de Bosques y Tierras (ABT) y de la Policía Forestal y Medioambiental (Pofoma) confirmaron el decomiso de cargamentos irregulares. Sin embargo, lamentaron la falta de denuncias formales por parte de los habitantes y la escasa coordinación entre instituciones.
“Decomisamos madera de Palo Santo que se transportaba hacia Santa Cruz sin autorización alguna. Lo grave es que nadie lo había reportado”, afirmó Reynaldo Cruz, técnico de la ABT en Yacuiba.
Según datos oficiales, entre 2020 y 2024 solo se aprobaron dos planes de aprovechamiento legal, ambos destinados exclusivamente al mercado interno. Pese a ello, circulan versiones sobre supuestos envíos a Asia e ingresos desde Argentina, lo que ha despertado sospechas sobre una red ilegal transnacional. “Una de las cargas incautadas ni siquiera sería boliviana”, alertó Cruz.
Desde Tarija también surgieron alertas sobre saqueos en zonas como Crevaux y D’Orbigny, pero ni la ABT ni el Ministerio de Medio Ambiente han recibido denuncias oficiales que permitan iniciar investigaciones formales.
Por su parte, el director regional de Pofoma, suboficial Severo Mamani, denunció la precariedad en la que operan. “Somos apenas tres funcionarios para toda la provincia del Gran Chaco. Sin vehículos ni equipamiento, proteger los recursos forestales es casi imposible”, subrayó.
El Palo Santo, especie protegida por la Ley 373, sigue saliendo de los bosques chaqueños mientras las instituciones enfrentan limitaciones logísticas, falta de coordinación y un preocupante silencio ciudadano. La situación amenaza no solo a esta especie emblemática, sino a la sostenibilidad del ecosistema chaqueño en su conjunto.
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