Crisis laboral en Tarija: ajustes en el sector público y un futuro incierto para el empleo
La recesión económica y el contrabando agravan el desempleo en Tarija. El sector público reducirá personal en 2025, mientras el privado pide medidas urgentes.
En Tarija, la situación laboral se complica con la recesión económica y la creciente informalidad en el empleo. El sector público sigue siendo el mayor empleador en la región, pero las reducciones de personal anunciadas para 2025, tanto en la Gobernación como en los gobiernos municipales, pronostican un escenario aún más difícil.
El gobernador Oscar Montes confirmó que en 2025 habrá una reducción del personal de la Gobernación, pasando de 600 a 500 funcionarios, además de un ajuste salarial que afectará principalmente a los cargos jerárquicos. En la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT), el déficit de 1,9 millones de bolivianos ha obligado a prescindir de consultores y otros gastos, lo que también repercutirá en el empleo técnico.
La preocupación se extiende a los gobiernos municipales, especialmente en Cercado, donde el Sindicato de Trabajadores Municipales ha expresado inquietud sobre la falta de recursos para pagar a los consultores. Aunque no se han dado detalles oficiales, el riesgo de que muchos trabajadores pierdan su empleo es palpable.
Desde el sector privado, el presidente de la Federación de Empresarios Privados de Tarija (FEPT), Marcelo Romero, señala que las empresas locales ya enfrentan la crisis económica y el desempleo. Según Romero, en Tarija, la falta de inversión privada ha profundizado la crisis, mientras que las empresas se ven obligadas a trasladar su personal al interior del país para mantenerse a flote.
Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, advierte que la situación laboral se empeorará en 2025, ya que el empleo formal es escaso y la informalidad se incrementa. La recesión económica, el contrabando y la escasa inversión pública y privada han dejado a la región con pocas opciones de empleo estable.
El futuro laboral en Tarija es incierto, y se teme que la falta de empleos formales provoque una migración masiva y un aumento de la informalidad, lo que podría tener un impacto negativo en la economía y la calidad de vida de los tarijeños.
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