Asambleísta García denuncia bloqueo político y falta de responsabilidad en la Asamblea Departamental de Tarija

La asambleísta departamental Delia García manifestó su preocupación por la situación en la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT), denunciando que los asambleístas del Movimiento al Socialismo (MAS) han adoptado una postura obstructiva, recurriendo a calificativos violentos y difundiendo información tergiversada en los medios de comunicación.

Acusaciones sobre viáticos y compras institucionales

Uno de los puntos cuestionados ha sido el uso de viáticos por parte de los asambleístas. García aclaró que estos pagos también son percibidos por representantes del Ejecutivo Departamental, ya que forman parte del funcionamiento institucional. “No hay que mentirle a la población. Hay que hablar con la realidad y con responsabilidad”, afirmó.

Respecto a los señalamientos sobre la compra de indumentaria para el gobernador, la asambleísta explicó que en la Asamblea Departamental también se destinan recursos para la compra de ropa de trabajo, como camisas, chalecos y botas, lo cual considera parte del presupuesto habitual.

Reducción de alquileres

En cuanto a la contratación de inmuebles para oficinas, García recordó que durante la gestión de Lino Condori se manejaban 30 inmuebles, mientras que actualmente solo se alquilan dos.

Bloqueo político en un año electoral

García advirtió que el MAS está utilizando la Asamblea como plataforma para posicionarse políticamente de cara a las elecciones, bloqueando iniciativas de la Gobernación con apoyo de sectores sociales. “Lo primero que debemos hacer como autoridades electas es hablar con la verdad y con responsabilidad”, enfatizó.

Negativa a tratar leyes clave

Entre las iniciativas detenidas por el MAS, García mencionó la reducción salarial propuesta por el gobernador y la Ley de Emergencia Financiera. “Si no demostramos grandeza, ¿de qué estamos hablando?”, cuestionó.

Gestión de deudas heredadas

Finalmente, la asambleísta destacó que el gobernador de Tarija ha destinado una tercera parte del presupuesto departamental a pagar deudas heredadas de anteriores gestiones, lo que representa cerca de un millón de bolivianos.