Conflicto por el aceite: Gobierno y cadena oleaginosa se reúnen en La Paz para abordar suspensión de exportaciones
El Gobierno y la industria oleaginosa se reúnen para discutir la suspensión temporal de exportaciones de aceite comestible, una medida que ha generado crisis en el sector.
El conflicto por la suspensión temporal de la exportación de aceite comestible sigue escalando en Bolivia. Este martes, se instaló una reunión clave entre el Gobierno nacional y los representantes de la industria oleaginosa en la ciudad de La Paz. La reunión, que se llevó a cabo a las 15:00 horas en las oficinas del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, busca abordar la situación de emergencia que enfrenta el sector agroindustrial debido a la restricción a la exportación de aceite.
El encuentro cuenta con la participación de miembros del gabinete económico del Órgano Ejecutivo y dirigentes y técnicos de la Cámara Nacional de Industrias Oleaginosas de Bolivia (Caniob). El viceministro de Defensa de los Derechos del Usuario y Consumidor, Jorge Silva, expresó en la jornada previa que el sector agroindustrial debe cumplir con su compromiso de garantizar la producción y abastecimiento de aceite en el mercado interno a precios justos.
Silva destacó que la suspensión de las exportaciones de aceite busca aliviar el incremento de precios y el desabastecimiento de los mercados internos, que ha afectado directamente a la población boliviana. Según el Gobierno, este compromiso es crucial para levantar la restricción de las exportaciones.
La crisis generada por la medida ha provocado una reacción negativa en diversos sectores, como el agroindustrial, el transporte, y otros vinculados a la cadena aceitera. Estos sectores han advertido sobre las consecuencias negativas de esta política, destacando que decisiones políticas mal diseñadas pueden debilitar aún más el tejido productivo del país.
El conflicto se centra no solo en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2025 y la suspensión de exportaciones, sino también en la intervención estatal a los ingenios arroceros, lo que ha encendido el debate sobre el futuro de la producción y comercialización de aceites en Bolivia.
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