Importación privada de combustibles: impacto en precios y economía boliviana
El Decreto 5271 autoriza la importación privada de combustibles sin subsidio, generando expectativas y dudas sobre su impacto en costos y la economía nacional.
El Gobierno boliviano, mediante el Decreto Supremo 5271, autorizó la importación privada de combustibles como diésel y gasolina para su comercialización en el mercado interno. La medida busca aliviar la actual escasez de carburantes, pero expertos advierten sobre sus implicaciones económicas y sociales.
La norma, vigente por un año, establece que los carburantes importados por privados no recibirán subvención, lo que podría encarecer el precio final. Según el asambleísta Luis Lema, el costo de la gasolina especial en el mercado internacional es de 8,68 bolivianos por litro, muy por encima del precio subvencionado actual de 3,72 bolivianos en el país. Lema estima que el precio final podría superar los 10 bolivianos, considerando costos de transporte, seguros y almacenamiento.
El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, resaltó que esta medida solo beneficiará a un pequeño porcentaje de consumidores, ya que la mayoría continuará dependiendo de la importación estatal gestionada por YPFB. Romero también advirtió sobre la posible creación de un mercado paralelo debido a la coexistencia de combustibles con y sin subsidio.
Por su parte, el economista Gonzalo Chávez indicó que, aunque la medida abre la puerta para que privados participen en la importación y venta de combustibles, los precios estarán regulados por la ANH, lo que podría limitar las ganancias de los importadores y mantener los costos elevados para el consumidor.
Mientras algunos ven la medida como un "gasolinazo" encubierto, otros argumentan que es preferible a la falta total de combustibles. Sin embargo, la solución de fondo parece ser una política estructural que asegure el abastecimiento y reduzca la dependencia de la importación estatal.
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