Productores de arroz migran a otros cultivos ante incertidumbre por falta de diésel, según Fenca
La escasez de diésel ha llevado a muchos productores de arroz a cambiar a cultivos como soya, maíz y sorgo, debido a la falta de apoyo estatal al sector arrocero y la incertidumbre en el suministro de insumos.
La escasez de diésel y la falta de políticas públicas claras para el desarrollo rural han generado una incertidumbre considerable entre los productores de arroz en Bolivia. Según la investigadora y expresidenta de la Federación Nacional de Cooperativas Arroceras (Fenca), Ana Isabel Ortiz, cientos de agricultores han decidido migrar hacia otros cultivos como soya, maíz y sorgo. La situación ha empeorado debido a la escasez de diésel, que ha dificultado las labores de siembra en diversas regiones productivas.
Ortiz explicó que muchos agricultores han optado por expandirse hacia el departamento de Beni en busca de mejores condiciones climáticas y suelos más favorables. Sin embargo, lo que más preocupa es que, a pesar de que el arroz tiene actualmente un precio favorable, no siempre es así, y el mercado no ofrece una estabilidad constante.
“Lo que pasa es que el Gobierno solo se preocupa por el sector cuando los precios suben y hay protestas. No hay una política de desarrollo rural que brinde soporte al sector arrocero, y hemos venido denunciando esto durante los últimos 20 años”, manifestó Ortiz, quien también destacó que las previsiones de siembra en la zona de Guarayos y regiones cercanas a Beni, que originalmente contemplaban 45.000 hectáreas, han sido recortadas a solo 20.000 hectáreas debido a la incertidumbre del sector.
La situación se ve agravada por el déficit de diésel, un factor crucial para el agro, no solo para el arroz, sino también para cultivos clave como el maíz y la soya. Durante una reunión con la Cámara Agropecuaria del Oriente, el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores, aseguró que se destinarían 500.000 litros de diésel exclusivamente para el sector productivo. Sin embargo, a pesar de que las filas en los surtidores han disminuido, persiste la preocupación sobre el avance de la siembra que aún no se ha consolidado debido al desabastecimiento.
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