Proponen sectorizar la subvención de carburantes ante escasez y crisis económica
La escasez de carburantes en Bolivia impulsa debates sobre eliminar subsidios a sectores específicos. Expertos y transportistas piden medidas urgentes, pero el contexto es desfavorable.
La persistente escasez de carburantes, especialmente diésel, ha reavivado la discusión sobre la suspensión gradual de la subvención estatal a los hidrocarburos en Bolivia. En Tarija, el sector del transporte público propone limitar este beneficio a sectores específicos, como el transporte privado, la minería y grandes empresarios, alegando que mantener la subvención actual es insostenible.
Gabriel Pérez, representante de la Federación del Autotransporte “15 de Abril”, señaló que los transportistas enfrentan largas filas de hasta tres días para abastecerse de diésel en el eje central del país. “La solución es fijar el precio real del diésel y gasolina, eliminando la subvención para quienes no la necesitan. El transporte público debe ser prioritario, ya que subvenciona los pasajes de la población”, afirmó Pérez.
Causas y contexto
El Gobierno inicialmente atribuyó la escasez a bloqueos y factores climáticos, pero posteriormente YPFB reconoció que la falta de dólares afecta la importación de carburantes. Esta situación se suma a la liberación de importación para privados, regulada por el Decreto 5271, medida que sectores afines al MAS calificaron como un “gasolinazo disfrazado”.
Análisis económico
Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, considera que la política de subsidios es insostenible a largo plazo, pero advierte que el contexto actual no es adecuado para cambios drásticos. Según Romero, el 40% de los hidrocarburos subvencionados termina en actividades ilícitas como el contrabando y la minería ilegal.
“Controlar el mal uso de la subvención permitiría mantenerla incluso en la crisis actual. Sin embargo, levantarla gradualmente requiere un análisis exhaustivo para evitar impactos negativos en la población vulnerable”, explicó Romero.
Además, el analista Luis Lema advirtió que la crisis en el sector podría derivar en problemas económicos mayores, como inflación y desequilibrios en la balanza de pagos.
Posturas enfrentadas
Mientras el autotransporte insiste en priorizar la subvención para sectores esenciales, otros señalan que medidas como la importación privada solo benefician a una minoría con capacidad económica, dejando a la mayoría enfrentando filas y precios elevados.
La solución a la crisis de los carburantes parece depender de políticas económicas sólidas, que logren atraer divisas y estabilizar el mercado energético, desafíos que el Gobierno actual y futuras administraciones deberán abordar con urgencia.
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