Caos vehicular y descontento en La Paz por largas filas para obtener combustible
A pesar del aumento en los despachos de combustible, las filas interminables en La Paz siguen generando caos vehicular, afectando el transporte público y la movilidad.

En las últimas horas, La Paz ha experimentado una creciente molestia entre los conductores debido a las largas filas de vehículos que se han formado en diversas zonas de la ciudad para abastecerse de combustible. A pesar del anuncio del Gobierno y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) de aumentar los despachos de combustible del 40% y 50% al 80%, la situación no parece mejorar. Las filas interminables y el caos vehicular continúan afectando a los habitantes de la sede de Gobierno.
Uno de los puntos más críticos es la zona Kalajahuira, en el noreste de La Paz, donde una fila de vehículos que supera las 10 cuadras ocupa la avenida principal. Algunos conductores han tenido que dormir en sus autos debido a la espera interminable. En Mallasa, en el sur de la ciudad, la situación es igual de caótica. Los ciudadanos se vieron obligados a caminar por los cerros y otras rutas alternas para llegar hasta Aranjuez y la calle 8 de Calacoto.
La situación no es mejor en la avenida Montes, donde el transporte público solo llega hasta el puente de la cervecería debido a la cantidad de vehículos estacionados en la vía. Los pasajeros deben caminar desde ese punto para continuar su viaje, lo que ha generado un descontento generalizado entre la población.
A pesar de los esfuerzos del Gobierno y YPFB por aumentar los despachos de combustible, la situación sigue siendo insostenible. Las autoridades han reconocido que el número de unidades de transporte público ha disminuido notablemente, lo que ha llevado a los habitantes de La Paz a utilizar masivamente los teleféricos para desplazarse por la ciudad.
Las alcaldías de La Paz y El Alto han alertado sobre el riesgo que corren sus operaciones debido a la falta de combustible. De hecho, las autoridades ediles de El Alto anunciaron la suspensión del servicio de Bus Municipal desde el lunes 17 de marzo, hasta que se garantice el suministro de combustible. En La Paz, los buses PumaKatari también han disminuido su número, lo que ha generado una mayor presión sobre el transporte público.
Este escenario pone en evidencia la grave crisis de abastecimiento de combustible que enfrenta La Paz y que afecta tanto a la movilidad urbana como a los servicios públicos. La situación continúa siendo tensa, y las autoridades no han anunciado una solución definitiva para la crisis.
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