"Son unos desagradecidos y traicioneros": Los chavistas que apoyan a Maduro y critican a los que se pasaron a la oposición

En la parroquia Catedral de Caracas, conocida por su lealtad al chavismo, la figura de Nicolás Maduro sigue siendo emblemática. A pesar de las acusaciones de fraude electoral y el escepticismo de la oposición, los chavistas en esta área están convencidos de la victoria del oficialismo en las recientes elecciones.

José Salazar, inspector de obras públicas y residente de la parroquia, afirma con firmeza que la victoria chavista es incuestionable. Según él, los rumores sobre chavistas que se han pasado al bando opositor son falsos, destacando que un auténtico chavista nunca votaría por la oposición. En el Liceo Fermín Toro, el centro de votación más cercano a Miraflores, Maduro obtuvo el 64% de los votos, mientras que su rival Edmundo González recibió el 35%.

La parroquia Catedral, que alberga importantes instituciones como la Asamblea Nacional y el Palacio de Miraflores, ha sido un bastión del chavismo. Jesús Hernández, un activista de 79 años, recuerda la fundación del club de dominó en la plaza Andrés Eloy Blanco durante la campaña de Hugo Chávez, y mantiene su confianza en los resultados electorales a pesar de las críticas.

La oposición ha cuestionado la legitimidad de las elecciones, alegando manipulación y fraude, y ha provocado una ola de protestas en Caracas y otras regiones. El Fiscal General Tarek William Saab ha informado de heridos y una muerte en enfrentamientos con las fuerzas del orden, mientras que organizaciones internacionales como el Centro Carter y varios países han criticado el proceso electoral.

En contraste, Emilia Cueva, enfermera de 53 años, defiende el sistema electoral, rechazando las acusaciones de fraude y describiendo el sistema como seguro y auditable. En el seno del chavismo, las críticas se dirigen hacia aquellos que han cambiado de bando, calificándolos de traicioneros y desagradecidos. Félix Rivas, miembro de un grupo chavista, lamenta que exrevolucionarios ahora apoyen a la oposición, alegando que no eran chavistas genuinos.

Las tensiones en las calles también se reflejan en las historias personales. Ester Gil y sus hermanas, residentes en un sector cercano a Miraflores, relatan haber sido amenazadas por opositores durante las elecciones y resaltan el apoyo que recibieron de las autoridades chavistas. A medida que se acerca la manifestación oficialista al Palacio de Miraflores, el ambiente se torna festivo, con música y bailes, destacando el contraste entre la percepción chavista y la oposición.